miércoles, 24 de diciembre de 2008

sindrome de la silla vacia (a mi cuñada)


Sorprendente, que facilidad para dar nombres y preocupar a la gente, este rimbombante nombre encierra lo que nos pasa a la mayoría, si no a la totalidad, de los humanos, en una reunión, por la época: NAVIDAD, hay una silla vacía, alguien que siempre había estado con nosotros y hoy no esta, te dan consejos de como superarlo, y solo hay una solución, pasarlo con pena, y esperar que el tiempo reestructuré tu mente, y si tienes alma, tu alma, de manera que el recuerdo vaya cambiando de doloroso e hiriente a agridulce, creo que no llegará a dulce, pero pasa a ser agradable y entrañable. Se convierte en un pequeño homenaje, mínimo seguramente, para lo que se merecen padres, madres, hermanos, familiares, amigos y otros que hicieron tanto por nosotros y que , a veces, cuando esa silla no estaba vacía, no supimos o no pudimos demostrarles lo que le debíamos, queríamos y agradecíamos.