lunes, 29 de junio de 2015

Coco y el mar


Ya te pintó tu madre, sentada en La Cortadura, te faltaba, solo, el moño apretado, mirando a ver si se acaba el mar, se entró en tus ojos, susurró a tus oídos y ya dormiste, desde entonces, con el mecer de las olas. Se dibujó en las ondas de tu pelo, que aparecen cuando estás en la playa, y en tu piel, que cambia a color tostado brillante. Te ves y te ven guapa, te sientes cómoda y mimada por la espuma, esa misma a la que tu, delfina, un día mirarás desde arriba, desde tu tabla, sintiendo que le devuelves los mimos para que no te descabalgue.
Cuando oyes su rumor, hueles su olor, ves su brillo y color, notas su humedad, empiezas a tener las sensaciones agradables que querrías guardar en tu neopreno para cuando no estas cerca del mar.

MISIÓN CUMPLIDA

Entró en la estación, dejando atrás un calor sofocante, iba tranquila, sin prisa, viendo a la gente a su alrededor, se percataba de todo lo que pasaba por delante de ella. Se paró un momento y sonrió,  se acordó del año pasado,  que diferencia, le resultaba agradable hasta la impersonal maquina expendedora de billetes, la usó, confirmo los datos y se acercó a su tren. Buscó su asiento,  parecido al del año pasado, pero hoy la ventana era una pantalla amplia para recrearse,  asi lo hizo. El traqueteo del tren, en esta ocasión se acompasaba con el reggaeton de manera armónica,  que distinto era todo. Fue o le pareció corto el viaje, antes de que parase el tren ella estaba junto a la puerta de salida, desde allí le vio, el tren pausadamente, se paró, bajo la corta escalera de un solo paso, con su maleta roja en una mano y la otra agarrada con fuerza a la de él, abrazo, beso, sonrisa amplia en la boca, brillo intenso en los ojos, el pelo al viento que levantaba el tren al arrancar, el paso amplio, para iniciar, por primera vez en muchos años, un periodo de descanso y disfrute merecido. Miro el teléfono y en el Whatsapp, vio el mensaje de su padre: Hija, este año también has cumplido con tu obligación,  pero a diferencia de otros años te lo han reconocido. Disfruta. TE QUEREMOS.
Ella apretó el teléfono en la mano,  con la otra la de él y dijo vamos mas rápido, quiero hacerle caso a mi padre y empezar a disfrutar... .