jueves, 5 de noviembre de 2015

Las olas de mi vida

Tras días,  semanas , de mar brava, con olas de distinta altura, dirección,  rompidas y espumas, que superaban mi nivel de cabalgada y me llevaron al agotamiento y viéndome sola, en esa playa inmensa, erosionada por el temporal, de viento y agua, 
donde no me sentia segura, deje la tabla en la arena, me sente sobre ella, y mirando lo que se venia desde el horizonte oscuro, pense: necesito buscar refugio y me acorde de ellos, recogi, embarque mis cosas y me dirigí a ellos, ni les avise, no hacia falta ellos siempre estan, siempre nos esperan y siempre nos reciben, el viaje no era largo, acompañada solo por mi perro, ajeno a todo, dormido en el asiento de atras y por mis ganas de recibir de ellos calor, cariño y animos, para que si no cedia el temporal, saber colocarme en el sitio adecuado para que empujada por las olas heterogeneas no descalbagar, volar y llegar intacta,sin marcas pfofundas, a aguas mas manejables donde seguir avanzando sin que duela nada de lo que hoy duele.

viernes, 4 de septiembre de 2015

SOBERBIA


 Que paradójica es la vida, en todas sus facetas, en este caso la profesional. Cuando uno es joven, inexperto, poco reflexivo a veces, dogmático, y se cree tocado por la posesión de la verdad, la gente te hace caso, te "respeta", incluso, perdón por la vanidad, te admiran. Pero cuando los años te hacen reflexivo, dudar, no aceptar dogmas, no creer en verdades absolutas y no creer en admirados y admiradores, perdón por la vanidad, la gente prefiere otras opiniones, duda de ti e incluso pierdes el valor  que antes tenias para ellos.
 Solo te quedan unos pocos que prefieren al reflexivo, al que duda, al que compara, al que aconseja y ya no dirige. Y por supuesto quedas tu mismo que cuando ves tu desarrollo profesional comprendes la cara de la foto de A. Einstein, lengua irreverente para muchas cosas y mucha gente, incluso para ti mismo, en las que uno creyó y confió a ciegas y de las que hoy duda, reflexiona, las cree en parte y no les falta el respeto, pero le da siempre un valor relativo.

lunes, 29 de junio de 2015

Coco y el mar


Ya te pintó tu madre, sentada en La Cortadura, te faltaba, solo, el moño apretado, mirando a ver si se acaba el mar, se entró en tus ojos, susurró a tus oídos y ya dormiste, desde entonces, con el mecer de las olas. Se dibujó en las ondas de tu pelo, que aparecen cuando estás en la playa, y en tu piel, que cambia a color tostado brillante. Te ves y te ven guapa, te sientes cómoda y mimada por la espuma, esa misma a la que tu, delfina, un día mirarás desde arriba, desde tu tabla, sintiendo que le devuelves los mimos para que no te descabalgue.
Cuando oyes su rumor, hueles su olor, ves su brillo y color, notas su humedad, empiezas a tener las sensaciones agradables que querrías guardar en tu neopreno para cuando no estas cerca del mar.

MISIÓN CUMPLIDA

Entró en la estación, dejando atrás un calor sofocante, iba tranquila, sin prisa, viendo a la gente a su alrededor, se percataba de todo lo que pasaba por delante de ella. Se paró un momento y sonrió,  se acordó del año pasado,  que diferencia, le resultaba agradable hasta la impersonal maquina expendedora de billetes, la usó, confirmo los datos y se acercó a su tren. Buscó su asiento,  parecido al del año pasado, pero hoy la ventana era una pantalla amplia para recrearse,  asi lo hizo. El traqueteo del tren, en esta ocasión se acompasaba con el reggaeton de manera armónica,  que distinto era todo. Fue o le pareció corto el viaje, antes de que parase el tren ella estaba junto a la puerta de salida, desde allí le vio, el tren pausadamente, se paró, bajo la corta escalera de un solo paso, con su maleta roja en una mano y la otra agarrada con fuerza a la de él, abrazo, beso, sonrisa amplia en la boca, brillo intenso en los ojos, el pelo al viento que levantaba el tren al arrancar, el paso amplio, para iniciar, por primera vez en muchos años, un periodo de descanso y disfrute merecido. Miro el teléfono y en el Whatsapp, vio el mensaje de su padre: Hija, este año también has cumplido con tu obligación,  pero a diferencia de otros años te lo han reconocido. Disfruta. TE QUEREMOS.
Ella apretó el teléfono en la mano,  con la otra la de él y dijo vamos mas rápido, quiero hacerle caso a mi padre y empezar a disfrutar... .